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SANTUARIO DE OROPA

Santuario de Oropa, la histórica remontada del Pirata


Cuidado, Pantani ha pinchado. Quizá no sea un pinchazo, sino un salto de cadena”. Las voces de Adriano De Zan y Davide Cassani, comentaristas de la RAI en 1999, resuenan en la historia del ciclismo.

Marco Pantani está en la Maglia Rosa, la recuperó el día anterior en la meta de Borgo San Dalmazzo gracias a las dificultades de Laurent Jalabert, y ahora lidera la clasificación general con 53″ sobre Paolo Savoldelli y 1’21” sobre Ivan Gotti. El Racconigi-Santuario di Oropa es, por tanto, un paso delicado para ver si hay alguien capaz de contrarrestar al “Pirata”, aunque la subida final no es especialmente difícil, ya que mide 11,7 km y tiene una pendiente media del 6,2%. La carrera, sin embargo, se enciende de repente en las primeras cuestas de la subida hacia Oropa: ¡la Maglia Rosa tiene un problema mecánico! Pantani se baja de su moto, es un salto de cadena, pero con la ayuda de la moto Shimano de repuesto consigue reemprender la marcha rápidamente, del grupo sólo ha perdido 45″. Delante, sin embargo, se dieron cuenta de que Pantani no estaba, tenían que aprovecharlo, empezaron a esprintar y el grupo se desmoronó rápidamente. El bloque del Mercatone Uno esperó al capitán Pantani, que se mantuvo lúcido y aún más hambriento, dejó que sus compañeros le pasaran por encima el mayor tiempo posible y luego, cuando incluso su último alfil, Marco Velo, se había quedado sin energía, se lanzó en persecución de sus rivales.  En unos seis kilómetros, alcanzó y adelantó a 49 corredores, adelantó a Gotti, adelantó a Savoldelli, adelantó a Simoni y alcanzó a Jalabert, solo en cabeza. A falta de tres kilómetros también se deshizo del francés y esprintó hacia la meta. Ganó, con la Maglia Rosa, pero no se alegró: “No pensaba que los había cogido a todos…”.

La subida al Santuario de Oropa está inevitablemente ligada a esta hazaña de Pantani, una de las más bellas de la corta pero electrizante carrera del ‘Pirata’. El Santuario de Oropa, situado a 1.200 metros de altitud, está dedicado a la Virgen Negra y se encuentra en un anfiteatro natural de montañas, los Alpes Bielleses, que rodean la ciudad de Biella por debajo. Como se ha dicho, números en mano, la subida al santuario no es especialmente dura, pero cuando el Giro ha elegido llegar aquí siempre ha sido divertido.

En total, el Corsa Rosa ha cruzado la línea de meta aquí seis veces; la primera fue en 1963 con el éxito de Vito Taccone, mientras que la segunda aparición tuvo que esperar otros 30 años. En la penúltima etapa del Giro de Italia de 1993, en la que se impuso el escapado Massimo Ghirotto, Pëtr Ugrumov atacó al Maglia Rosa Miguel Indurain en su subida a Oropa y el corredor navarro se vio en dificultades. En la meta, Indurain pudo defenderse, conservando el símbolo de líder, pero el cansancio era tal que tras la llegada tuvo que agarrarse a las barreras para no caerse de la moto. ¿Y en 2017? Fue la última vez que el Giro llegó al santuario y en aquella ocasión los protagonistas fueron Tom Dumoulin y Nairo Quintana. El poderoso holandés llevaba la maglia rosa y ese día no sólo consiguió rechazar los esperados ataques del colombiano, sino que además se hizo con la victoria de etapa, gracias a una progresión letal en el último kilómetro que aplastó las resistencias de su rival Esarabajo. Aquella edición del Giro estuvo muy reñida, Dumoulin, Quintana y Nibali dieron mucha guerra etapa tras etapa, pero al final fue la ‘Mariposa de Maastricht’ quien se llevó a casa el Trofeo Senza Fine.

Escuche el episodio de In Cima dedicado al Santuario de Oropa:

Información técnica


Km

11,8

Desnivel

733 m

Pendiente máxima

13%

altimetría

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Historia

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