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CAMPO IMPERATORE

Gran Sasso d'Italia, la maravilla de los Abruzos


Subiendo hacia Campo Imperatore, el horizonte se estira y los espacios se ensanchan, hasta hacerse inmensos al llegar a la meta. Los paisajes de la escalada de los Abruzos son muy reconocibles porque son únicos: estamos seguros de que un telespectador, encendiendo el televisor sin saber qué etapa está viendo, podría identificar sin demasiados problemas el escenario del Gran Sasso d’Italia, en parte por la increíble extensión de la meseta, rodeada de varios picos que rozan los 2.500 metros de altitud, como el Corno Grande y el Monte Aquila, y en parte por la vegetación exclusivamente herbácea.

Desde un punto de vista técnico, la del Gran Sasso d’Italia es una subida muy larga y pedaleable, unos buenos 26,5 km al 3,4% partiendo de Santo Stefano di Sessanio, pero si además tenemos en cuenta la subida previa hasta Calascio, se convierte en 46 km. Sin embargo, los partidos por la victoria de etapa suelen disputarse en los últimos 4 km de la subida, que tiene una pendiente media del 8%, sin olvidar que en el final la altitud supera los 2000 metros.

Desde que el Giro de Italia llegó a Campo Imperatore por primera vez en 1971, con el éxito del español Vicente López-Carril y la Maglia Rosa a Ugo Colombo, la meta de los Abruzos siempre ha estado incluida en la primera parte del Giro de Italia, como mucho en la Etapa 9 como en 2018, y por ello a menudo ha sido escenario de uno de los primeros cara a cara entre los hombres de la clasificación. Al Gran Sasso d’Italia se suele llegar todavía fresco, con muchos interrogantes sobre el estado de los rivales, el deseo de ganar algunos segundos pero al mismo tiempo no desvelar demasiado las cartas.

Ya en 1999, la octava etapa de la Corsa Rosa, que partía de Pescara y terminaba en un Campo Imperatore aún nevado a pesar de finales de mayo, había llegado con estas premisas. Ese día, todas las miradas estaban puestas en Marco Pantani, que había hecho historia el año anterior al ganar tanto el Giro como el Tour, y todo el mundo le esperaba en el primer final cuesta arriba real de esa edición. Aunque se decía que aún estaba lejos de su mejor forma, la estrella de Cesenatico puso a prueba a todos con una serie de aceleraciones y progresiones en los últimos 2.500 metros de la subida, haciendo saltar uno a uno a sus rivales, e Ivan Gotti fue el último en ceder.

En Campo Imperatore, el Giro de Italia llegó cuatro veces, sin contar la 14ª etapa de 1985 que terminó en Fonte Cerreto, al pie de la subida, y que ganó Franco Chioccioli. La última vez fue en 2018 y en aquella ocasión la salida fue desde Pesco Sannita: la selección fue menos marcada que en el 99 y el ganador fue Simon Yates con la Maglia Rosa (en la edición que se recuerda por su subida y su caída), que logró imponerse a Thibaut Pinot y a su compañero Esteban Chaves en un sprint cuesta arriba. Esa etapa hizo hablar de las dificultades de Fabio Aru y Chris Froome, que perdió unos segundos que luego recuperó de forma legendaria en la famosa etapa del Colle delle Finestre.

Escuche el episodio de In Cima dedicado a Campo Imperatore:

Información técnica


Km

26,4

Desnivel

900 m

Pendiente máxima

13%

altimetría

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  • altimetría

Historia

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