Carlos Verona ha logrado coronar la fuga en el Giro d’Italia, imponiéndose en la etapa de Asiago. La clase obrera toca así el cielo: tras una vida como gregario y con una sola victoria como profesional, Verona ha conseguido su segundo triunfo en la elite después del logrado en 2022 en el Critérium du Dauphiné.
Verona devuelve la sonrisa a todo Lidl-Trek
Es un triunfo realmente significativo el de Carlos Verona: tras el abandono de Giulio Ciccone, decidido anoche después de la dura caída sufrida en la etapa de Nova Gorica, el equipo Lidl-Trek logra su sexta victoria de etapa en esta edición memorable del Giro d’Italia. Una gran satisfacción en el día que marca el final de la segunda semana: mañana será jornada de descanso, y el martes volverán las subidas.
Esperaban a Verona en la meta todos sus familiares: su esposa y sus dos hojas hijas. Uno de sus tres hijos no pudo estar presente. “No es fácil equilibrar la vida familiar con la de ciclista, porque nos obliga a pasar mucho tiempo lejos de casa. Ganar aquí, con toda mi familia en la llegada, lo significa todo para mí. Conocí a mi esposa cuando corríamos en la categoría júnior y he crecido mucho como persona. Dedico esta victoria a Ciccone: su retirada fue un shock para todos”.
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