El Giro de Italia 2024 tendrá una salida chispeante, selectiva y dura, como no se ha visto en años. Cuando se presentó la Gran Salida, para la primera etapa – la que llevará a los corredores de Venaria Reale a Corso Casale en Turín durante 140 km – se hizo hincapié, con razón, en las dificultades altimétricas que habrá que afrontar desde el primer día, en particular la subida del Pilonetto hacia la Basílica de Superga (se conmemora el 75º aniversario de la tragedia del Grande Torino) y luego el Colle Maddalena (6,1 km al 7,4%) a las afueras de Turín, a sólo 22 km de la meta.
Por lo tanto, está claro que el primer empujón para la clasificación general se dará el primer día, pero quizás no se ha hecho suficiente hincapié en el papel que puede desempeñar el diente de San Vito en la concesión de la primera Maglia Rosa. De hecho, a falta de 3,5 kilómetros, con los corredores ya lanzados hacia Corso Casale, se producirá un pequeño pero decisivo desvío hacia esta corta subida, de unos 1500 metros de longitud y con picos de pendiente del 10-11%. Es el momento clave de la etapa, el trampolín hacia la victoria: es posible que un grupo muy selecto llegue al pie del diente de San Vito después del Colle Maddalena, o un grupo todavía bastante numeroso, en cualquier caso el futuro primer líder de la clasificación general estará sin duda entre los primeros en tomar la subida, antes de regresar a Corso Casale.
Cuando el Giro llega a Turín, nunca es un acontecimiento trivial, basta con pensar en la primera vez que la ciudad acogió el evento, en 1909: el Cuestor de Turín no pudo garantizar la seguridad de una multitud desbordante, estimada en 40-50 mil personas, y los organizadores decidieron trasladar en secreto la llegada a Beinasco, para luego escenificar una “falsa” llegada a Turín. La Gazzetta, en su crónica de la etapa, habla de “engaño cortés“.
No sólo eso, dos años más tarde, en 1911, la etapa de Turín coincidió con la primera vez de una cima por encima de los 2000 metros en el Giro, el Sestriere, en una etapa que vio a Lucien Petit-Breton alzarse con la victoria tras 302 km y 11 horas de carrera. Sin embargo, 110 años después, en 2021, con motivo del 160 aniversario de la Unificación de Italia, el piamontés Filippo Ganna voló a una velocidad media de 58,748 km/h en la contrarreloj inaugural de Turín, mientras que al año siguiente, la etapa Santena-Turín con el circuito de Superga fue una de las más divertidas y explosivas de las últimas ediciones. En resumen, en Turín nunca hay un momento aburrido…
