El Giro de Italia de 1974 quedará en los anales como el quinto y último de Eddy Merckx, y el único que el Caníbal no dominó sino que tuvo que sudar hasta el final. De hecho, el fenómeno flamenco llegó a Milán con sólo 12 segundos de ventaja sobre Gianbattista Baronchelli y 33 sobre Felice Gimondi. Entre los protagonistas de aquella edición estaba también Franco Bitossi, el “corazón loco” -apodado así por sus repentinos ataques de taquicardia que a veces le obligaban incluso a detenerse durante la carrera-, que se llevó tres etapas.
Tras ganar las etapas de Foggia y Macerata, el corredor toscano se impuso también en la etapa 18, Iseo-Sella Valsugana, de 190 kilómetros. El final cuesta arriba en la pequeña localidad del Trentino, la carretera de Dosso, se eligió porque veinte años antes había muerto allí uno de los padres fundadores de la República Italiana, Alcide De Gasperi. Pero la aspereza final resultó aún más fácil que la suavidad que ya se desprendía de la altimetría. Así, un pequeño grupo de 14 fuertes corredores, que contenía a todos los mejores de la clasificación, apareció en la línea de meta, y Bitossi impuso la ley del más rápido, batiendo a Merckx y Gimondi.
Entre esos atletas estaba también el formidable escalador español José Manuel Fuente, que en aquel Giro estuvo 12 días en la maglia rosa, ganó cinco etapas, pero se desplomó en la aparentemente inocua etapa de Sanremo debido a una crisis de hambre, diciendo adiós al sueño -que parecía a su alcance- de batir a Merckx. Hay una anécdota graciosa sobre aquel día en Valsugana: en la segunda curva cerrada de la subida final al Dosso, Fuente preguntó explícitamente a un policía motorizado: “¿Cuándo empieza la subida al Sella?” Si hablamos de escaladores, ‘El Tarangu’ Fuente fue sin duda uno de los mejores de todos los tiempos.
