información técnica
Etapa exigente caracterizada en particular por tres sectores de grava que totalizan casi 12 km. Los dos primeros son comunes con la Strade Bianche, el tercero no está asfaltado. El primer tramo es llano en el interior de Pisa hasta Volterra. Entrando en la zona de Senese, uno se enfrenta al tramo de tierra de Vidritta, que, en comparación con la Strade Bianche, es 2 km más largo y conecta, a menos de unos cientos de metros de asfalto, con el tramo de Bagnaia. Este último presenta pendientes de hasta el 15% y, en Grotti, el segundo GPM del día. Antes de Asciano, se recorre el tercer sector de Pievina, que discurre principalmente por la cresta con continuas subidas y bajadas cortas. Hay un final muy exigente con la pared de Serre di Rapolano.
Últimos kilómetros
Últimos kilómetros articulados con curvas y subidas y bajadas. A destacar a unos 5 km de la meta la subida a Serre di Rapolano, con pendientes de hasta el 20% al final. Tramo final de 450 m sobre asfalto, anchura de 6 m, pendiente en torno al 6%.