No solo eso: los sprinters tendrán también la ocasión de oro de vestir la primera Maglia Rosa del Giro d’Italia 2026. La etapa inaugural en el Mar Negro, de Nessebar a Burgas, no presenta dificultades altimétricas -un solo ‘GPM’ de 4ª categoría después de 60 km, que servirá únicamente para asignar la primera Maglia Azzurra-, motivo por el cual los hombres rápidos podrán lanzarse hacia el sueño Rosa. También la Etapa 3, la última de la Gran Salida en Bulgaria, de Plovdiv a Sofía, debería guiñar el ojo a los velocistas, a pesar de que el ascenso a Borovec (2ª cat., 9,3 km al 5,2%), a poco más de 70 km de la meta, represente un obstáculo adicional para ellos.
También el regreso a Italia, en Calabria, debería abrirse con un sprint, aunque quizás con un pelotón más reducido. La etapa de Catanzaro a Cosenza presenta la subida de Cozzo Tunno (2ª cat., 14,3 km al 5,9%), a afrontar a poco más de 40 km para la meta; terreno por tanto ideal para que algunos equipos hagan la carrera dura y descuelguen a los velocistas más puros. Será, en cambio, difícil escapar al esprint en la Paestum – Nápoles, Etapa 6, con ese paseo marítimo napolitano y la Via Caracciolo como testigos de otro gran velocista triunfante en su meta. La única dificultad será el Valico di Chiunzi (3ª cat.), que, sin embargo, al estar a más de 90 km de la meta no debería crear quebraderos de cabeza a los “pesos pesados”.