La excelente temporada 2025 de Mads Pedersen (Lidl-Trek) necesitaba un triunfo como el vivido este viernes en la jornada inaugural del Giro d’Italia en Tiranë (Tirana). Un éxito así, ante una audiencia todavía más global que la que soportan a veces las clásicas del pavé, ante un espectador menos avezado, con un rival de enorme prestigio como un Wout Van Aert (Visma | Lease a Bike) al que ya hace tiempo el público le desea que le sucedan cosas buenas -48 victorias como profesional, 46 segundos puestos-.
Mads Pedersen viste la Maglia Rosa
La victoria del danés, fatídico campeón mundial en Yorkshire 2019 -por aquello de no poderlo disfrutar durante casi medio año, maldita la pandemia-, fue la respuesta a una labor sensacional de su equipo. No es nada habitual ver a un candidato a la clasificación general como Giulio Ciccone remangarse y ofrecer su servicio al que consideras jefe de filas. Demostración de la enorme confianza que la organización que preside Luca Guercilena guarda en alguien que incluso podría seguir haciéndoles felices, y retener el maillot, mañana sábado en la TUDOR ITT en la capital albanesa. ¡Y qué me dicen de Carlos Verona, brutal en la escalada por Mads!
La caída de Mikel Landa
El ciclismo, que de altos emocionantes y bajos descorazonadores tiene un rato, volvió a cebarse por su parte con Mikel Landa (Soudal Quick-Step), al que volvió a castigar con una caída en un bordillo con talud en el último descenso de Surrel, cuando restaban 5 kilómetros para la llegada. Su imagen, en camilla, con collarín, camino del hospital vuelve a quitarle las energías y las ganas a quienes necesitan de su talento, de su carisma, de su forma de hacer las cosas.
Entre todo el frenesí del trabajo de Lidl, de los velocistas descolgados -y que ya no verán la cabeza del grupo hasta el martes en Lecce-, de los favoritos que más o menos indemnes, velan ya armas para la contrarreloj Primoz Roglic (Red Bull-BORA-hansgrohe) y Juan Ayuso (UAE Team Emirates-XRG), los teóricos grandes protagonistas de un Giro d’Italia que mañana sábado aspira a encontrar nuevas piezas -¡siempre las hay!- para llenar de colorido esta historia.
Y entre el cielo danés y el infierno vasco, el purgatorio -más allá del pequeño susto para Ayuso, que en nada quedó- lo dejaron dos hombres con los que se contaba para la general y ya han perdido tiempo con solo 160 km cubiertos. Derek Gee (Israel-Premier Tech) y Thymen Arensman (INEOS Grenadiers) se dejaron respectivamente 57″ y 1’35”, primeros damnificados de una jornada donde menos de cuarenta corredores -mucha más selección de la esperada, en parte por el empeño de Trek- lograron sortear la criba que el circuito albanés ya planteó. ¡Veremos qué ocurre en la crono!