“Tenía que ser aquí, en Siena. Este lugar fue el inicio de mi carrera en carretera en 2018. Volver a ganar después de tanto tiempo se siente increíble”. Casi la costaba encadenar las palabras a Wout Van Aert (Visma | Lease a Bike) el pasado 18 de mayo cuando lanzaba por fin los brazos en la Piazza del Campo, al final de la Etapa 9 del Giro d’Italia 2025, después de los sinsabores de otra durísima lesión, la de La Vuelta del año anterior, y el sentimiento de no ser tan competitivo como quería en las clásicas de primavera.

En los caminos de tierra alrededor de la milenaria ciudad toscana, los mismos que le vieron debutar con Veranda’s Willems en aquella Strade Bianche de hace siete años, reencontró su alma un Van Aert que, como Isaac del Toro -absolutamente lanzado en esta segunda mitad de año tras su 2º puesto final en la Corsa Rosa, arrasando allá por donde pasa en Austria o España-, sacó del Giro las fuerzas que necesitaba para seguir empujando y lograr otro éxito mayor.

De nuevo fuera del asfalto, esta vez sobre los adoquines de la afamada Rue Lepic en el centro de París, bajo un chaparrón, ‘Woutje’ sacó fuerzas de flaqueza, tras 20 días de ‘Grande Boucle’, para hacerse aún más gigante. Después de tres semanas de oportunidades perdidas, trabajo de equipo algunas veces y otras tantas buscando el lucimiento individual, el multicampeón belga fue capaz de derrotar al imbatible Tadej Pogacar, ya oficialmente coronado por cuarta vez rey en la capital francesa.

Su aceleración seca -una que hemos disfrutado tanto en las colinas toscanas como en el Giro d’Italia- fue capaz de dejar atrás, junto con su habilidad en el descenso, al campeonísimo esloveno, ganador el año pasado de nuestra carrera, para alzar los brazos en los Campos Elíseos. Una liberación, como lo fue Il Campo hace ahora dos meses y medio.

“He vuelto a estar al límite en muchos momentos en este Tour y las cosas no han funcionado durante mucho tiempo. Pero la gente que creía en mí lo siguió haciendo y este es el premio. Es una recompensa increíble para mí. Trabajo muchísimo y no es fácil sostener las expectativas”. Complimenti, Wout.