Dos caídas, una en los tramos de ‘sterrato‘ alrededor de Siena y otra en Eslovenia, la misma que obligó al abandono a Primoz Roglic. Una incomodísima picadura de insecto. Y el sinsabor de ver cómo en cierto modo las fuerzas se le quebraban mientras su compañero Isaac del Toro volaba hacia una Maglia Rosa que, finalmente le fue esquiva frente a Simon Yates. Todo eso es con lo que Juan Ayuso (UAE Team Emirates-XRG) tuvo que lidiar en los últimos meses.
El ‘Gallo’, como en algunos círculos se conoce al corredor de Jávea, se mantuvo en silencio en redes sociales desde su abandono en el Giro d’Italia el 29 de mayo hasta que arrancó, precisamente en Italia, la 80ª edición de La Vuelta. La tierra que más le ha visto ganar en 2025; la de sus éxitos en Frontignano, San Benedetto del Tronto y Tagliacozzo. La que le ha vuelto a infundir fuerzas, incluso cuando venían otra vez mal dadas.
Porque Ayuso, este mismo jueves camino del Coll de Pal, en Andorra, no se vio con la marcha que deseaba. En un pelotón donde todavía aguantaban todas las grandes figuras, levantó el paso. Adiós a sus opciones de victoria final en la carrera. Del segundo puesto en la general, al cuadragésimo tercero. En meta, recalcaba ante la prensa que él ya lo sabía. Que no había venido a por la general. Que si había que trabajar por Joao Almeida, lo haría. Y que si podía cazar una etapa, también lo ansiaba.
Y fue dicho y hecho. A 175 kilómetros de la llegada en Cerler, este viernes, se lanzó en solitario. El pelotón le tuvo en toda la subida al Port del Cantó (1ª) a escasos veinte segundos. Acabó aguardando al grupo perseguidor, otras once unidades, donde destacaba la presencia de la Maglia Ciclamino, cuatro veces vencedor, del Giro 2025, el danés Mads Pedersen (Lidl-Trek). Otro que tiene pinta de encadenar maillots de la regularidad, fuerte en su prenda de color verde en España.
En la ascensión final, y con dos arrancadas poderosas para desembarazarse de otro destacado en la Corsa Rosa -el italiano Marco Frigo (Israel-Premier Tech)-, Ayuso se presentó con los oídos tapados, alejado de todas las críticas que en buena medida le ha dispensado la afición española.
“En el Giro d’Italia gané mi primera etapa en una Gran Vuelta, y aquí, en mi carrera preferida, he logrado otra. La forma en la que me impuse hoy es algo que recordaré siempre, y de lo que estoy súper orgulloso”. Una buena forma de poner el colofón a un 2025 que, por tantos motivos, el ‘Gallo’ no olvidará. ¡Bravo, Juan!