Estamos bastante seguros de que el que celebra hoy Simon Yates será uno de los cumpleaños más dulces de su vida. Al soplar las 33 velas tal vez pida un deseo especial, pero la temporada que está viviendo ya se parece mucho a un sueño con los ojos abiertos. Sus lágrimas tras la extraordinaria gesta en el Colle delle Finestre, y después la alegría, la incredulidad y el alivio al alzar el Trofeo Senza Fine hacia el cielo de Roma son imágenes que permanecerán mucho tiempo en la memoria de los aficionados.

“El punto más alto de mi carrera, también porque la edad avanza y desde luego el cuerpo no rejuvenece”, admitía Simon tras su triunfo con la Maglia Rosa. A sus 33 años, el gemelo de arte ha coronado una carrera de absoluto prestigio, caracterizada hasta ahora por 38 victorias que incluyen el Giro pero también una Vuelta a España, una Tirreno Adriatico y triunfos de etapa en las tres Grandes Vueltas.

Por si no fuera suficiente con la Maglia Rosa, Yates ha enriquecido aún más su verano ganando una etapa en el Tour de Francia. Una fuga desde lejos y el golpe ganador en Le Mont-Dore Puy de Sancy, antes de ponerse al servicio del capitán Jonas Vingegaard, que luego conquistó un meritorio 2º puesto final en París.

Ahora a Yates le espera por fin un poco de descanso, más que merecido tras meses de esfuerzo y satisfacciones. Su próximo objetivo podría ser el Mundial en Ruanda, cuyo recorrido favorece a los escaladores, pero ya habrá tiempo para pensar en eso más adelante. Hoy le toca disfrutar del cumpleaños, porque realmente hay mucho que celebrar. ¡Felicidades, Simon!