“Roglič me ha destrozado. Estoy hundido, pero orgulloso de lo que he hecho”. Una de las imágenes más bonitas que nos quedarán de Geraint Thomas es la de su rostro derrotado, pero con la cabeza muy alta, después del Giro d’Italia 2023. El corredor galés siempre había tenido una relación de amor-odio con la Corsa Rosa, pero hace dos años logró finalmente sobreponerse a la mala fortuna y disputar un Giro en el modo que siempre había querido hacerlo.

Ocho jornadas con la Maglia Rosa, en cabeza de la clasificación hasta prácticamente el final, cuando en la contrarreloj del Monte Lussari tuvo que rendirse ante Primož Roglič después de haber conseguido contenerlo en todas las etapas de montaña anteriores. Una decepción atroz, que sin embargo ‘Mister G’ supo digerir con su habitual estilo británico y su inconfundible humor, entrando en el corazón de los aficionados italianos. El año pasado, con 38 años, fue aún capaz de acabar 3º en su último Giro, el primero de Pogačar.

Con el Tour of Britain concluido este fin de semana, Geraint Thomas ha dejado el profesionalismo. Una larga trayectoria que lo llevó primero a convertirse en campeón del mundo y olímpico (Pekín 2008 y Londres 2012) en la persecución en pista, y luego a transformarse poco a poco en rutero y escalador siguiendo las huellas de su excompañero en el Team Sky, Bradley Wiggins. En 2018 ganó el Tour de Francia, triunfando también en la cima del Alpe d’Huez, después se apartó un poco para dejar espacio a la nueva generación de fenómenos.

Pero nunca dejó de luchar: en 2022 volvió a subir al podio del Tour por detrás de Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar, y luego gastó sus últimas balas precisamente en el Giro, donde acarició el sueño Rosa, desvanecido solo en el Lussari. En las victorias y en las derrotas, siempre lo hizo todo con su estilo de ‘caballero’, una personalidad que se echará mucho de menos en el pelotón. Ahora empieza una nueva vida, pero mientras tanto nos detenemos a darle las gracias: ¡te echaremos de menos, ‘Mister G’!