El recorrido
Antes de empezar, dos sorpresas para el lector. La primera: hay más desnivel acumulado en esta jornada (3800 metros) que en la de ayer viernes (3500). La segunda: esta jornada no es ni siquiera una de las cinco que más elevación tienen en la 108ª edición del Giro d’Italia. Si les parece duro… esperen a los últimos diez días de carrera.
El arranque no será, en cualquier caso, tan agresivo como el del viernes. La primera hora será suave en lo altimétrico -seguro que no en lo competitivo- hasta el primer Traguardo Volante de Roccafluvione (km 49,9), desde donde comenzará la tendida ascensión a Croce di Casale (km 60,9). Desde allí, terreno de toboganes hasta llegar a Sarnano (segundo Traguardo Volante, km 90,6) y comenzar el gran puerto del día: el Sassotetto (Valico di Santa Maria Maddalena), con 13,1 kilómetros al 7,4%. En su cima, hace siete años (2018) en la Tirreno Adriatico, se impuso un Mikel Landa (Soudal Quick-Step) al que mandamos nuestros mejores deseos de pronta recuperación.
La selección y desgaste en la más que probable escapada que deje este puerto se notará en los últimos 50 kilómetros de etapa. Las ascensiones a Montelago (3ª categoría; km 152); el Red Bull KM -de nuevo en ascenso- de Castel Santa Maria (km 177); y la rampa final de Gagliole (4ª; km 190,5), a seis de la conclusión, serán los escenarios donde se juegue otra codiciada victoria parcial en la Corsa Rosa.