Aunque el ciclismo femenino español vive su momento más equilibrado de los últimos años -grandes esperanzas para las clasificaciones generales con la verterana Mavi García (Liv-AlUla-Jayco) o la pujante Usoa Ostolaza (Laboral Kutxa-Fundación Euskadi); ciclistas de perfil rápido como Sandra Alonso (Ceratizit)- y tendrá dos equipos de gran nivel en la salida del Giro d’Italia Women 2025 en Bérgamo, todo sería difícil de comprender sin una generación anterior que puso los cimientos y sufrió las dificultades y desigualdades de la época anterior al profesionalismo. De aquellos años, sin duda el gran exponente fue Joane Somarriba (Gernika, 1972).
La mejor corredora española de todos los tiempos lleva ya un tiempo vinculada de manera visible al proyecto de equipo profesional de Laboral Kutxa, que pelea por dar el salto definitivo al WorldTour tras crecer en los últimos siete años desde un modesto club hasta la estructura más sólida del país, solo por detrás del Movistar Team de Annemiek van Vleuten o -ahora- Marlen Reusser. La semilla que ella plantó como gran precursora sitúa un techo que las corredoras actuales no han logrado romper. Pero se muestra dispuesta a apoyar la senda actual.
Joane ganó dos veces el por entonces conocido como Giro d’Italia Femminile, de manera consecutiva en 1999 y 2000. “El Giro es una carrera que siempre me ha gustado mucho, he corrido en equipos italianos… Es una carrera muy bonita. Se vive en Italia el ciclismo desde siempre con mucha pasión, con mucha entrega“, recuerda en fechas recientes la corredora vasca.
Su palmarés, evidentemente, no se queda ahí. Somarriba logró, inmediatamente después de sus conquistas rosas, tres victorias finales en la Grande Boucle Féminine Internationale (2000, 2001 y 2003), ahora sucedido por el Tour de France Femmes, y fue la primera española en vestirse de arcoíris, con su triunfo en el Mundial CRI 2003 en Hamilton.
Retirada de la competición tras el Campeonato del Mundo de Madreid en 2005, pero nunca lejos del ciclismo, dio el paso adelante tras la pandemia para apoyar a la actual estructura de Laboral Kutxa. Una escuadra que repite en la salida tras cubrir la edición 2024 -donde Ostolaza fue 16ª en la general- y en la que suelen presentar un importante contingente de corredoras italianas: cuatro el año pasado; tres en 2025 con Alice Maria Arzuffi, Arianna Fidanza y Laura Tomasi.
Junto a esas ciclistas transalpinas, además de Ostolaza y de la ya veterana y conocida Ane Santesteban, debutará en una Gran Vuelta la guipuzcoana Naia Amondarain. Tendrá el mejor espejo en su propio equipo con Joane. “Que ellas también puedan participar va a ser muy importante para su crecimiento y para el equipo“. Construyendo futuro.