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Juego, partido, encuentro

11/03/2023

No estaba de humor para regalos. Primoz Roglic también ganó la etapa muro de la Tirreno-Adriático y se hipotecó seriamente la victoria en la edición 2023 de la “Carrera de los dos mares”. Tras el viento en contra de ayer, había mucha curiosidad por ver a los grandes enfrentarse sin desagradables factores ambientales de por medio y conocer los valores reales sobre el terreno. El resultado, sin embargo, fue el mismo que ayer: el capitán del Jumbo-Visma tuvo más que todos y el tris consecutivo estaba servido, el primero desde Óscar Freire en 2005.

Y no era en absoluto una conclusión previsible porque, a pesar de ser la más fuerte, una etapa diseñada así, sin un metro de llano y con muros repetidos, era de todo menos fácil controlar la carrera y no permitir que nadie se escapara. Más aún después de la caída de Wilco Kelderman, que privó a Roglic de su aliado más valioso en las subidas. Aleksandr Vlasov (Bora-hansgrohe) fue el que lo intentó con más convicción, tratando de anticiparse a los duros muros finales de Costa del Borgo y Via Olimpia: el ruso estaba a 21 segundos en la general y Roglic, con Van Aert ligeramente fatigado tras destrozar el pelotón en la vuelta anterior, se vio un poco presionado para organizar una persecución en condiciones. Afortunadamente para él, el Ineos Grenadiers y el UAE Emirates tenían el mismo objetivo que él, y a falta de unos 6 km consiguieron acercarse a Vlasov.

En ese momento, sin embargo, comenzó la verdadera lucha: primero lo intentó Joao Almeida (UAE Emirates), y luego Mikel Landa (Bahrain-Victorious) -y cuando el vasco ataca, ya se sabe, la adrenalina sube a mil-, pero en ese preciso instante quedó claro que Roglic no podía escaparse, cuando con dos pedaladas se distanció de sus rivales. Tras el muro de Costa del Borgo quedaban ocho corredores, los que luego se jugaron la victoria subiendo a Osimo. Michael Woods intentó anticiparse y meter a todos en el saco, pero fue de nuevo Almeida quien dijo “no, no te vas”.

En el último descanso empezó Hugh Carthy, rechazado, luego Enric Mas, rechazado, y luego Tao Geoghegan Hart, rechazado. Como ocurrió en Tortoreto y Sarnano Sassotetto, Roglic sólo necesitó los últimos 100 metros para hacer valer todas sus fuerzas. Uno, dos, tres, ¿se acabó la Tirreno-Adriático?

Tiende a serlo, pero hay un gran PERO, porque en ciclismo nunca se sabe lo que puede pasar en la última etapa. Y Roglic lo sabe: en 2021 perdió la París-Niza el último día después de dominar la carrera y ganar tres etapas. Se cayó a varios kilómetros de meta y sus rivales, ya lanzados, no le esperaron, tirando directos a meta. Perdió varios minutos, Maximilian Schachmann ganó la carrera y él acabó 15º en la clasificación general. Mejor tocar hierro.

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