No hay Giro d’Italia sin montaña. Si a cualquier aficionado le pides que evoque la primera imagen que le venga a la mente cuando piensa en al Corsa Rosa, responderá sin un solo atisbo de duda sobre algo relacionado con grandes ascensiones. La altitud, la temperatura que cae, los paisajes que cambian kilómetro a kilómetro, el grupo que se reduce como en un goteo, el sufrimiento insoportable de los ciclistas: ahí es donde surgen los grandes campeones y donde se escribe la historia del Giro d’Italia.
De los Alpes a los Dolomitas pasando por los Apeninos, en Italia vayas donde vayas siempre habrá una montaña dispuesta a captar tu atención. El Giro ha hollado muchísimas, ha descubierto al mundo centenares y aún le quedan otras tantas por conocer. Stelvio, Mortirolo, Gavia, Marmolada, Blockhaus, Etna; también el Monte Bondone, el Giau o las Tre Cime di Lavaredo, hasta llegar a las nuevas leyendas que el Giro ha escrito por primera vez en los últimos años, como el Monte Lussari o el Kolovrat.
Para la Jornada Internacional de la Montaña el Giro quiere volver a poner en valor sus ascensiones, y con ello su historia. En la página Puertos del Giro d’Italia podéis encontrar 20 de las montañas más incónicas de la Corsa Rosa, con su historia por episodios y estadísticas de cada una de ellas. Una página que, año tras año, continúa engrosando leyendas y escribiendo capítulos de una historia más que Centenaria del Giro.