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Groves encuentra la fórmula y deja atrás los sinsabores

15/05/2025

“Es un gran alivio”, respiró Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) al llevar a buen término el esfuerzo de sus compañeros en el tramo final de la Etapa 6 del Giro d’Italia, la maratón de 227 kilómetros entre Potenza y Nápoles. Aparecer en el momento justo y asestar el golpe. Toda una reivindicación después de que su hoja de servicios en 2025 se redujese a una docena de escasos días de competición antes de la Grande Partenza.

 

Debuts frustrados por unos problemas recurrentes de rodilla, que le impidieron -a su juicio- llegar en la mejor condición a la Corsa Rosa, fue 5º en la Milano Sanremo y dio ‘al palo’ en dos parciales de la Volta a Catalunya, antes de desquitarse definitivamente a los pies del Vesubio.

 

Dibujar arte entre arenas movedizas

Para llegar hasta la ciudad partenopea, Groves y su equipo tuvieron que sortear nervios y peligro. Una caída múltiple obligó a la organización a recortar una docena de kilómetros del trazado, en marcha neutralizada, situación que a la postre deparó una de las luchas emocionantes que se recuerdan en el Giro en mucho tiempo, y eso es decir. Neutralizado largo tiempo antes Lorenzo Fortunato (XDS Astana), que reforzó ampliamente su Maglia Azzurra, todo el protagonismo era para dos ‘artistas de las fugas’.

 

Uno, muy joven, Enzo Paleni (Groupama-FDJ), a sus 22 años; el otro, Taco van der Hoorn (Intermarché-Wanty), más que experto en las lides, como demostró su victoria en Canale, en el Giro 2021, cuando contuvo durante nueve kilómetros en solitario a un pelotón embravecido y celebró con cuatro segundos sobre los sprinters. Por momentos parecía que lo iban a hacer posible. Llegaron a tener casi medio minuto en las aproximaciones y puentes dentro de las calles napolitanas. Pero ese arreón. ¡Ay, ese arreón de Alpecin! La obra maestra tendrá que esperar.

Con el corazón en un puño por Wout

Y de sueños por reconstruir sabe un rato Wout Van Aert (Visma | Lease a Bike). Saliendo al paso de uno de los lanzadores de Groves, que parecía anticipar la ‘volata’, soñó durante un par de centenares de metros con olvidar todo y recuperar la inercia positiva. Se lo llevó por delante el pelotón, pero no hay duda: ‘WVA’ está para hacer cosas grandes en este Giro, y lo de hoy será un cambio de tendencia.

 

Acabó alzando los brazos Groves, en su segunda victoria en la Corsa Rosa -tras la obtenida en Salento en 2023- y la octava consecutiva en Grandes Vueltas, el único sitio donde gana desde aquella en Italia. Mads Pedersen (Lidl-Trek), que como muchos favoritos llegó a meta soltando y sin pillarse las manos, disfrutará mañana viernes su último día con la Maglia Rosa, salvo inesperado milagro. En los Apeninos, camino de Tagliacozzo, el predominio lo volverán a llevar los sprinters.

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