Era el kilómetro 3 de uno de los ‘tapponi‘ de la Corsa Rosa. 166 kilometros, 4950 metros de desnivel, cinco puertos de alta montaña en el Valle de Aosta. Salía Wout Van Aert -que luego se presentaría en meta en la ‘grupeta’, cumplido con creces su Giro d’Italia 2025 tras la emotiva exhibición de la Etapa 9 en Siena- apurando en las primeras curvas tras la salida en Biella. A su rueda marcha Nicolas Prodhomme (Decathlon AG2R La Mondiale).
Ciclista del Orme francés, oficialmente en Normandía pero no lejos de París, zona muy lejos de las montañas. En el Tour of the Alps del pasado mes de abril se lució con dos fugas de tronío. La última, en Lienz (Austria), la remata con el beneplácito de un Paul Seixas que será uno de los ciclistas del futuro y le concedió el privilegio de estrenar el casillero. Este viernes, en la Etapa 19 del Giro d’Italia, no hubo regalos. De verdad que no los hubo.