Etapa 4
Alberobello (Pietramadre) > Lecce
Alberobello
Son más de mil los trulli -pequeñas casas de piedra caliza con techos cónicos o piramidales, construidas sin mortero- que hacen de Alberobello una ciudad única en el mundo, incluida por la UNESCO entre sus lugares Patrimonio de la Humanidad. Antes de ponerse en camino para seguir a los corredores a lo largo del recorrido, vale la pena perderse entre las callejuelas en pendiente de los barrios Monti y Aia Piccola: aquí hay trulli de todo tipo, desde edificios religiosos hasta viviendas privadas, normalmente de una sola planta, con la excepción del imponente Trullo Sovrano. También es único el complejo arquitectónico que alberga el Museo del Territorio “Casa Pezzolla”, formado por 15 trulli comunicados, situados en el lado oriental de la Piazza XXVII Maggio. En su interior pueden admirarse también los muebles tradicionales, mientras que en algunas salas se ilustran las principales actividades productivas de la zona, desde la viticultura hasta el cultivo del trigo. La cuarta etapa del Giro 2025 se desarrolla casi por completo en el Salento, una de las regiones más fascinantes del sur de Italia. En Putignano, sede de uno de los carnavales más fastuosos de Italia, se puede descubrir una de las excelencias de la renombrada producción quesera de Apulia: el caciocavallo, producido también con leche de búfala.
Castellana Grotte ofrece la oportunidad de realizar un viaje al centro de la Tierra, a través de un recorrido de unos 3 kilómetros dentro del grandioso complejo kárstico adornado con espectaculares estalactitas y estalagmitas.

Ostuni
Una vez en la costa, la primera parada obligada es Ostuni, la Ciudad Blanca. Basta una mirada distraída para comprender el porqué de este sobrenombre. Es un blanco deslumbrante el que envuelve al visitante que se adentra en el centro histórico protegido por la muralla aragonesa. Este laberinto de patios, callejuelas, plazoletas y escalinatas tiene un único color: el blanco, justamente, de la cal utilizada desde hace siglos para revestir las fachadas. El paseo también permite descubrir los talleres de maestros ceramistas y escultores de madera de olivo, que perpetúan una tradición centenaria y que hoy se han convertido en embajadores del arte de los artesanos puglieses.

Francavilla y Lecce
En Francavilla Fontana se puede admirar el imponente Castillo Imperial (siglo XV), pero también resulta difícil resistirse a la visita de una de las muchas confiterías locales, donde probar los dulces típicos artesanales como la copeta, un crujiente glaseado de almendras, y los confetti ricci, almendras tostadas recubiertas de azúcar.
Los viñedos cuna del Negramaro conducen hasta Novoli, municipio que forma parte del grupo de las Ciudades del Vino, y poco después se llega a Lecce, suntuosa capital del Barroco, donde se encuentra la meta del día.
El esplendor del barroco, aquí más brillante que nunca, ha catapultado a Lecce al grupo de ciudades de arte que hay que visitar al menos una vez en la vida. Si el tiempo escasea, hay que hacer elecciones, aunque cueste. Se empieza entonces por la Piazza Sant’Oronzo, corazón de la ciudad, donde se admira, entre otras cosas, el Anfiteatro romano excavado en la toba, que podía albergar a 25.000 espectadores. Luego se sigue hacia la Piazza del Duomo, sorprendente por sus dimensiones e impresionante por el espectáculo que ofrece el conjunto de edificios barrocos, empezando por la catedral dedicada a la Asunción. Y finalmente, el poderoso castillo del siglo XVI. En el exterior de sus muros se encuentra la Fuente de la Armonía, con el precioso grupo de bronce que representa una alegoría de la juventud y el amor. No hay mejor lugar para llenar el bidón.