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Etapa 1

Durazzo (Durrës) > Tirana (Tiranë)


La Torre Veneciana de Durrës

La Torre Veneciana de Durrës (Durazzo) es el punto de observación más sugerente de la salida del Giro d’Italia, que por primera vez recorre las carreteras de Albania. Construida en el siglo XV para reforzar el sistema defensivo del castillo bizantino, tiene una altura de 10 metros y desde su cima se disfruta de una vista privilegiada sobre el mar Jónico y la ciudad de Durrës, que tiene mucho que ofrecer. El casco histórico, lugar agradable para perderse entre sus callejuelas y casas de piedra, contrasta con el paseo marítimo, moderno y animado a todas horas.

La historia de Durrës

La historia de Durrës, estratégicamente situada en la orilla occidental del Jónico, es muy antigua. Fundada por los griegos en el siglo VII a.C. y posteriormente desarrollada por romanos y otomanos, las páginas de Durrës se leen mediante su rico patrimonio arqueológico y arquitectónico. Uno de los símbolos de la ciudad es el Teatro Romano, construido en el siglo II d.C., uno de los más grandes de los Balcanes, que en la época podía albergar hasta 20.000 espectadores. Junto a él se ubica el Museo Arqueológico, que recoge hallazgos de las épocas griega, romana y bizantina, ofreciendo una visión de la milenaria historia de la ciudad y de la región. También merece una visita la Mezquita Fatih, dedicada al sultán Mehmet II el Conquistador y construida en 1502 tras el establecimiento del dominio otomano, así como el Foro bizantino, con su fascinante serie de columnas corintias que formaban el llamado Macellum (mercado) de época post-romana. Data del período comprendido entre los años 600 y 800 y está pavimentado con piedras de mármol talladas.

Elbasan y Tirana

Dejando atrás la costa, el Giro se dirige hacia el interior, en dirección sur, atravesando llanuras de cultivo hasta los pies de la subida a Gracen, primer Gran Premio de la Montaña de la Corsa Rosa. Antes de iniciar la subida, sin embargo, merece la pena hacer un pequeño desvío para conocer la ciudad de Elbasan, con su castillo construido por los otomanos en el siglo XV sobre las ruinas de una fortaleza edificada ya en época romana.
Se regresa brevemente a la llanura para llegar por primera vez a Tirana, donde los corredores entrarán en el circuito final que prevé dos ascensos a Surel, un diminuto asentamiento en la colina, destino agradable de excursiones especialmente cuando empiezan a subir las temperaturas.
Diez kilómetros de descenso llevan de vuelta a la meta en Tirana, la capital, a la que se dedicará toda la jornada siguiente del Giro.