Aunque está en el Top 10 de los corredores más exitosos de la historia del Giro d’Italia, Alessandro Petacchi comenzó su racha de éxitos en la Corsa Rosa bastante tarde, cuando ya tenía 29 años. En aquel momento acumulaba más de 30 victorias como profesional, pero en el Giro nunca había logrado realmente brillar, debido en gran parte a que, entre los velocistas de ese momento, el dominador absoluto era Mario Cipollini.

El punto de inflexión llegó en el Giro de 2003, ya desde la primera etapa que tuvo lugar con salida y llegada en Lecce sobre un total de 201 km. La ciudad de Apulia volvía a ser sede de la Grande Partenza después de la de 1971, y todos esperaban el éxito al sprint -vestido, además, de arcoíris- de Cipollini, que estaba a solo un triunfo del récord absoluto de victorias de etapa de Alfredo Binda. En su lugar apareció Petacchi, el chico de La Spezia, transformado en AleJet, para ganar su primera etapa en el Giro y, como es lógico, vestirse con la primera Maglia Rosa, que conservaría durante 6 días (la portará también durante una etapa en la edición de 2009).

“He ganado mi primera etapa en el Giro, me he vestido con la Maglia Rosa, he batido a Mario Cipollini, que lleva el maillot de campeón del mundo, ante la mirada de mi padre y de unos amigos que han venido de Liguria solo para esta etapa: ¿qué más puedo pedir en la vida? -decía Petacchi tras el triunfo en Lecce-. Ahora quiero defender esta Maglia Rosa; quizás pueda ganar otra etapa, y en el futuro pueda tener un tren como el de Cipollini también”.

En ese Giro, Petacchi ganará cinco etapas más, comenzando su ascenso hacia el Olimpo de los sprints. Cerrará su carrera profesional con 179 victorias, 22 de ellas en el Giro, lo que le sitúa en el 4º puesto de los corredores italianos más exitosos de todos los tiempos.