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Etapa 21

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Roma

Por tercer año consecutivo, Roma acoge el gran final del Giro d’Italia. Un reconocimiento más a la belleza de la Ciudad Eterna, que en este 2025 está en el centro de la atención mundial también por el Jubileo, que atrae a cientos de miles de fieles procedentes de todo el mundo.

Es imposible, por tanto, no visitar la Basílica de San Pedro, el corazón religioso de la ciudad, y los adyacentes Museos Vaticanos con su inestimable colección de tesoros artísticos y, sobre todo, la Capilla Sixtina, que ha vuelto a estar en el centro de todas las miradas tras haber acogido el cónclave que eligió al papa León XIV. Para llegar a San Pedro, por cierto, desde hace pocas semanas existe un nuevo recorrido: se trata de la vía ciclopedonal Monte Ciocci–San Pietro, que permite atravesar con total tranquilidad y seguridad una de las zonas más transitadas de la ciudad.

Antes de correr hacia el podio para aplaudir a los ganadores, uno se deja maravillar por los tesoros de la capital. Y hay muchos, muchísimos. Difícil elegir por dónde empezar.

La Roma arqueológica

El Coliseo es la estrella de la Roma arqueológica, y es imprescindible conocerlo antes de dirigirse a los Foros Imperiales, un conjunto arquitectónico único en el mundo compuesto por una serie de edificios y plazas monumentales, centro de la vida política de la Antigua Roma, construido a lo largo de unos 150 años, entre el 46 a.C. y el 113 d.C.

Le siguen, poco después, las Termas de Caracalla, uno de los complejos termales más grandes y mejor conservados de la antigüedad, construidas en el Piccolo Aventino entre los años 212 y 216 d.C., en una zona adyacente al primer tramo de la Vía Apia. Por la importancia de sus monumentos, esta última fue llamada ya en la antigüedad Regina Viarum. Puede recorrerse a pie o en bicicleta, admirando algunos de los monumentos más notables de la Antigua Roma, como el Mausoleo de Cecilia Metella, las catacumbas de San Calixto, San Sebastián y Domitila, la Villa de los Quintili y la Tumba circular de Casal Rotondo.

Y cómo olvidar Castel Sant’Angelo, uno de los monumentos más famosos y visitados de Roma, también rozado por los corredores. Desde sus terrazas o desde las aberturas a lo largo de las pasarelas exteriores se disfruta de una de las vistas más sugerentes de la ciudad.

Villa Borghese y Ostia Antica

Roma no es solo monumentos, sino también espacios verdes de gran belleza. Villa Borghese, el parque más famoso de la ciudad, es el lugar ideal para pasear entre jardines, fuentes y esculturas. En su interior se encuentra la Galería Borghese, uno de los museos más prestigiosos del mundo, que alberga obras de Caravaggio, Rafael, Bernini y Tiziano.

Menos conocido, pero de gran relevancia, es el Parque Arqueológico de Ostia Antica, el segundo más extenso de Italia (después de Pompeya), que se encuentra cerca del circuito por el que pasarán los corredores. Podría ser este el destino ideal para quienes deseen descubrir una joya artística y, al mismo tiempo, presenciar el paso de la carrera sin sumergirse en el bullicio de la ciudad. Pero en la Ciudad Eterna, sea cual sea el camino elegido, siempre es el correcto.

¿Quién es el que más sabe?