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Etapa 12

Modena > Viadana (Oglio-Po)


Modena

La ‘Grande Bellezza’… y mucho más. La duodécima etapa del Giro reúne innumerables aspectos del ‘Belpaese’. Y los cuenta. A partir de Módena, la ciudad de salida, que en 1997 fue incluida en el catálogo de Patrimonio Mundial de la Humanidad. Este sitio de la UNESCO en Módena incluye la Catedral, la torre Ghirlandina y la Piazza Grande, con los edificios que la rodean, en particular el Palacio Arzobispal y el Palacio Municipal.

Pero Módena es mucho más. Para los gourmets, es el corazón de la producción del renombrado vinagre balsámico tradicional DOP y uno de los pilares del llamado ‘Food Valley’, la vasta zona donde nacen y se elaboran algunas de las más reconocidas excelencias alimentarias del país, en particular embutidos y fiambres, que se podrán degustar durante el día directamente en sus lugares de producción.

Modena, ciudad de musica y motores

Módena también es ciudad de la música: la visita a la casa natal de Luciano Pavarotti, hoy transformada en museo dedicado al artista, es emocionante. Y es también ciudad de los motores: aquí nació Enzo Ferrari, y además del museo dedicado al inolvidable “Drake”, hay muchas fábricas, museos y colecciones privadas por visitar: el showroom de Maserati, el Museo de coches y motos de época Umberto Panini, el Museo Stanguellini, la colección Righini, Pagani Automobili.

Se parte a toda velocidad, por tanto, y se llega pronto a Maranello, corazón del mito Ferrari, donde se puede hacer una parada para admirar el museo dedicado al símbolo del ‘Cavallino Rampante’ y visitar las fábricas donde nacen los coches rojos.

Sassuolo, en cambio, es la capital mundial de la cerámica, una excelencia que puede conocerse visitando talleres y centros de producción repartidos por la llamada “Ceramicland”.

Hacia el Po

Con un salto atrás en el tiempo de casi un milenio, se entra en las ‘Tierras de Matilde’, consagradas a aquella Matilde de Canossa que en el siglo XII dominaba estas zonas. De aquella época permanecen poderosas fortalezas y pueblos de gran encanto: Rossena, Carpineti, Montecchio Emilia y Quattro Castella son solo algunos de los lugares que invitan a un viaje en el tiempo.

Luego, la etapa apunta decididamente hacia el norte. Los tesoros gastronómicos del ‘Food Valley’ hacen un guiño al borde de la carretera hasta llegar a Brescello, el pueblo donde nació la epopeya literaria y cinematográfica de Peppone y Don Camillo, a quienes se dedica un museo que, a través de recuerdos y objetos, evoca —con simpatía y nostalgia— la Italia de la posguerra.

El maravilloso burgo renacentista de Sabbioneta, también incluido por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la Humanidad, merece una visita atenta: la “ciudad ideal” proyectada en el siglo XVI sigue sorprendiendo. Y seduciendo.

Un largo sprint por la campiña del Mantovano lleva de nuevo a las orillas del Po, a Viadana. Aquí se pueden saborear las delicias de este rincón de Lombardía, como los ravioles de calabaza, los primeros en la lista. Su larguísima historia se recorre en las salas del ‘MuVi’ (Museos de Viadana), un complejo que alberga el Museo Cívico Arqueológico Antonio Parazzi, el Museo de la Ciudad Adolfo Ghinzelli —que recorre la historia de Viadana y su territorio— y la Galería Cívica de Arte Contemporáneo. A poca distancia del centro se encuentra el interesante ‘Ecomuseo Terre d’Acqua’, entre los ríos Oglio y Po, instalado en una histórica planta de bombeo hidráulico para poner en valor las tradiciones agrícolas y artesanales del territorio fluvial.

¿Quién es el que más sabe?